sábado, 22 de marzo de 2014

Demasiado pensamiento suelto.

                 Y es que sólo le salvaría una de sus caricias.

Los pensamientos iban fluyendo por su mente, cual pájaro en el cielo. Estaba presente, pero no parecía estarlo (o quizá no lo estaba). Miraba el techo de la habitación.
"Pienso demasiado", se decía.
Y así, inundada por sí misma, acabó en lágrimas. No se podía creer que eso volviese a pasar. No, otra vez no. Y es que sólo le serviría una de tus caricias para desarmar este desastre y volver a sonreír. Porque es él. Siempre él. Pero no está, y maldita distancia que no permitía esas caricias. Ni cualquier susurro que le hiciese sentir como un barco surcando entre las más cristalinas y tranquilas aguas.

3 comentarios:

  1. Solo tengo que decir una cosa sobre esta entrada, allá va: es demasiado corta. Porque sí, joder, porque es genial y me encanta.
    Bueno, y de la estética del blog decir que la frase de arriba de la entrada es muy pequeña y casi ni se ve. También decir que quedaría mejor tener el cuadrado de las entradas centrado y no en la izquierda. Y... cambiar el color de la letra o el fondo, porque hay veces en las que no se puede leer bien.
    Por lo demás, todo perfecto.
    Ah, y lo de la estética del blog no te lo tomes en serio, ya sabes, a gustos colores, y yo soy un tanto rarilla.

    Y ahora, entrando más en el terreno personal: te quiero.

    Un beso, DéDé.

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    1. ALA, ALA, ALA. Retiro lo de centrar el cuadrado de las entradas, me había aparecido en la izquierda. Lo siento, ay.

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    2. Jo, muchas gracias por tu opinión y tus consejos, Roth. Te quiero.

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