sábado, 20 de diciembre de 2014

Kilómetro 0.


Empecé el viaje en tus labios. Me recorrí una a una las carreteras de tu cuerpo hasta volver al Kilómetro 0. Fíjate, estudiadas me las tenía todas y siempre acababa perdiéndome en ti. No podía soportar la idea de alejarme de ti, de saborear los viajes como auténticos manjares en el restaurante más caro que existe. Y así siguieron los días, recorriéndomelo todo poquito a poco.
Llegó el día en el que imaginarme lejos de aquellas carreteras me aterraba. Llego el día en el que me di cuenta de que aquellos viajes eran lo más bonito de mi vida.
Llegó el día en el que me hice total y completamente adicta a ti.

(Y siempre acabaré volviendo al Kilómetro 0, porque, bueno, ¿para qué engañarnos? Es la mejor parte del viaje).

No hay comentarios:

Publicar un comentario